miércoles, septiembre 26, 2012

lunes, septiembre 24, 2012


Apegos junto a la Torre de Hércules (foto de andré)
2-Los apegos
Fue en las postrimerías de la obra de Anthony de Melo, cuando ya la filosofía Zen y el budismo, habían calado profundamente en su obra y en su espíritu, cuando tanto yo como mi círculo de amigos, tuvimos conocimientos de los apegos, en el sentido más oriental del término.
Apegos son todas las circunstancias materiales y morales, paisajes, personas , cosas etc.  a las que nos sentimos unidos , forman parte de nuestro entorno  y nos condicionan.

He leído a muchos orientales , Oso , Krisnamundi,  Buda y muchos otros. Me arrastra la lógica del Zen  y el liberalismo del Induismo.
Cuando llego a los apegos por más que hasta mi admirado Antony de Mello, también los combata y   refute sus vivencias,  y hasta los ridiculice,  yo he de ser fiel a mi mismo y disiento, disiento profundamente y renacen en mí los poderosos influjos de Tehilar de Chardín, Ken Wilber y otros, En mi lento discurrir por las dualidades humanas que tantos orientales transcienden y superan, se rebela en mí un algo interior, que no puedo soslayar , que es el tuyosear , el creer y crecer en ti, el quererte y si procede enamorarme, llegar a la maravillosa kenosis y vaciarme por ti. Quererte con el alma, desearte con todo mi cuerpo hasta que el amor reviente en dicha redentora.
Recientemente ha fallecido un querido amigo mío, que llenó de apegos profundos a su familia y a todos cuantos le conocimos; ver a sus familiares más directos en precioso saber estar, demostrando en todo momento , no tristeza si no la suerte de haberlo, conocido , haberlo vivido y haberlo disfrutado, conscientes de todo lo que aporto a sus vidas y a todos los que le hemos conocido.
Me gusta tuyosear, llenarme de “apegos”, esos que tanto niegan y denostan los orientalistas( que yo también lo soy en muchos conceptos), si me gusta crecer en el tú ,  estar en ti.
Desde muy joven, admiré y hasta  intente imitar a Buda esperando eternamente la llegada de la iluminación teniendo como cenobio un árbol en flor o el infinito paisaje.
Pero la fuerza que hay en mí me obligaba de joven (más aun ahora) a preguntarme ¿el porque de mí? ¿Qué debo hacer ¿ ¿a qué he venido a este mundo? ¿Cuál es mi misión?
Con una fuerza llena de vehemencia, supe que tú eres lo importante y si solo me dedico a la meditación, perderé lentamente por atrofia, esa fuerza interior que me dice que el vivirte es mi destino “Quiero todos mis apegos..
Javi y Eva (foto de andré)
No por eso dejo de ser anacoreta y celebrar mis silencios bajo un ciruelo en flor o con las olas del mar.
Abedul en infrarrojos(foto de andré)
André