viernes, noviembre 23, 2012


 MI DEFECTO: PENSAR-
Foto de andré
9ª entrada más visitada


En los albores de la humanidad, la unidad, la auténtica unidad humana era el grupo, cada cual, se sentía los demás, era los demás, nadie tenía ni concepto del ego, ni posibilidad de  pensarlo, la subsistencia en soledad tampoco era  posible, la eficacia humana, consistía en la eficacia del grupo.
Las neuronas espejo, bien desarrolladas no solo provocaban empatía, sino que hacían comunes ansias, necesidades y sentimientos.
Normalmente la eficacia y por tanto la supervivencia consistía en una perfecta estructuración  grupal, la cual venía determinada por las características de cada miembro y  la disposición natural  que marcaba su cometido.
Un individúo apenas estaba definido del resto como otro yo, sino que cada cual era parte de un todo único.
Era en paralelismo con el desarrollo individual humano como una etapa de anonía fuera del ser; solo se respondía al placer –dolor, determinados fundamentalmente por las necesidades básicas.
De alguna forma , el grupo daba continuidad a sí mismo y a sus componentes y su lucha y su único afán y creencia independiente del individuo, era buscar la eternidad del grupo (la permanencia de la incipiente humanidad, más humanidad que nunca).
Pronto surge la idea de los dioses que van seleccionando hasta  y subordinando hasta llegar a un Dios, por encima de los dioses: Ra , Zeus , Júpiter , Odín ,Qezeltoak…. Principio supremo o Mito que vigila la correcta evolución de los hombre e inspiran fines que crean jurisprudencia, otorgándole siempre al hombre la  posibilidad de ser más de lo que se es en cada momento.
Dando un salto en el tiempo, se establece en un humano más evolucionado un ego y nos definimos a nosotros mismos como ser racional + reacción +medio. Ya no es solo naturaleza, Ya la utiliza y se desvincula de ella, se hace principio y fin de todas las cosas, y su egocentrismo le hace olvidar la idea de humanidad y creer que  todo para él fue hecho.
Un amigo(foto de andré)
Ya se descubre lo inmensamente grande y lo infinitamente pequeño, un cosmos enorme del cual nos aislamos como si fuéramos hijos de Adonis o Júpiter Tonante, como si nunca hubiésemos sido , ameba,  reptil, monos o polvo de estrellas (varita mágica y ya: “hombre”) . Objetivamos todo lo que creíamos fuera de nosotros dando fortaleza  a la dualidad, haciendo de todo lo que yo no soy “el ello”, rompiendo toda relación de facto entre observador y observado. Solo soy yo y lo demás, es el resto.
En un salto brusco, no ya tanto en el tiempo como en la geografía, surgen nuevas teorías y valores que rompen con nuestro determinismo; ahí están como ejemplos , el sicoanálisis o la meditación ,se amplía la conciencia del hombre y se convierte en un siempre más allá.
La meditación no evita nuestras neurosis , pero nos ayuda a mejor vivir con ellas, el sicoanálisis no nos trasciende ni al tú ni al ello, pero hacen aflorar las neurosis , que descubiertas empiezan a huir.
Corpúsculos aislados en todas partes, empiezan a sentirse observador y observado, empieza a ponerse en duda la dualidad y se intuye la relatividad del tiempo, nos hace sentir al otro como prójimo, como un yo que trasciende el ego y nos aclara una yoicidad por encima de individuo y tiempo, la ciencia nos empieza a decir que somos co-creadores y nuestra presencia modifica y crea realidades….
…Y así resulta que yo no estoy en ti , yo soy tú y así soy más yo, cuanto más me relaciono, y mi realidad metafísica es el conjunto del Todo.
En el positivismo más estricto, toda verificación genuina de una afirmación o un aserto , tiene que remitirse a los datos (datos de las percepciones humanas), y esto que es puro racionalismo, no me puede refutar mi reflexión por decirle metafísica, ahora en que las ciencias naturales, desbordadas por la ética, la poesía y la física cuántica, no  le queda más remedio que asumir toda la credibilidad que transmiten las otrora llamadas ciencias del espíritu.
El tuyosear , el ser objeto y sujeto, el no solo estar solo mirando el paisaje sino formar el hombre parte del paisaje, no puede negarlo el empirismo más recalcitrante.
El que establezca en este caso yo, ideas y principios metafísicos, no puede obviar la propia estructura que un su ser vienen limitadas más por el concepto del lenguaje que por las limitaciones reales que la ciencia ya nos libera.
Admito que se me tache se subjetivista y sincretista ; ni sé , ni puedo ser otra cosa, ni en mi persona ni en mis asertos, solo puedo establecer conceptos desde  lo que soy y siento, con mis conocimientos y mis limitaciones; pero aún me guardo como pensar desde lo que puedo llegar a ser ….me conformo con sentirme Tú ,vida, universo, amor …silencio
El río (foto de andré)
André