Hoy no voy a poner ni poesía mía, ni articulo mío
Voy a poner un poema dedicado a los jubilados, lo escribió la madre de un amigo.
Ella se llama Amparo Verdes , tiene 86 años, no solo la recitó de memoria si no que por el tono e inflexión de su voz, nada envidia a la mejor rapsoda. Por un momento cerré los ojos y oí su voz melodiosa, gallega y argentina (la voz) sonaba a 40 ó 30 años.
Ella es también la autora del poema.
¡Ahí va por ti Amparo!
Voy a poner un poema dedicado a los jubilados, lo escribió la madre de un amigo.
Ella se llama Amparo Verdes , tiene 86 años, no solo la recitó de memoria si no que por el tono e inflexión de su voz, nada envidia a la mejor rapsoda. Por un momento cerré los ojos y oí su voz melodiosa, gallega y argentina (la voz) sonaba a 40 ó 30 años.
Ella es también la autora del poema.
¡Ahí va por ti Amparo!
A los jubilados
Con la humildad que es mi lema
Con la humildad que es mi lema
y tomando como
tema
vuestros
méritos diversos
hice pensando
en unos versos
un entrañable
poema.
Los acordes de
mi escrito
obedecen a una
norma
si hay un
corazón marchito
le alivien de
alguna forma.
Así, con bello
trato
mucho respeto
y calma
os dedico mi
relato
jubilados de
mi alma.
Os digo de
corazón
a los hombres
y mujeres
que haciendo
una reflexión
vi que la
jubilación
tiene también
sus placeres.
Placer es
vuestra amistad,
placer es la
convivencia
y placentera
la audiencia
con vuestra
cordialidad.
Placer es
haber cumplido
con ese deber
sagrado
del trabajo
encomendado
cuando
estabais en activo.
A la gente
trabajadora
tras soportar
en el tajo
jornadas
agotadoras
les llega el
día y la hora
del sosiego y
del relajo.
No lo olvidéis
jamás
hay que seguir
el proceso
que esto es
una etapa más.
Tras el fin de
caminar
cada cual en
su excursión
se sentará a
descansar
sin sentir
humillación.
Por eso buen
jubilado
soñad con la
primavera
pensando que
todavía
alguien ansía
y espera
vuestra grata
compañía.
Con mi
solidaridad
por los seres
marginados
que hay en
nuestra sociedad
paso a los
versos finales
pidiendo a la
autoridad
que las ayudas sociales
para la tercera edad
Sean dignas primordiales
que alivien penas y males
y nos den vitalidad