Por André de Artabro
Los apegos (reedición corregida y aumentada)
Fue en las postrimerías de la obra de Anthony de Mello,
cuando ya la filosofía Zen y el budismo, habían calado profundamente en su obra
y en su espíritu; cuando tanto yo, como mi círculo de amigos, tuvimos conocimiento de los apegos en el sentido más
oriental del término.
Apegos, son todos aquellos afectos , circunstancias
materiales y morales, como personas, cosas , seres queridos etc. que por ser
parte de nuestro entorno nos condicionan.
He leído a muchos orientales: Oso, Krisnamundi, Buda...Me arrastra y admira la lógica del Zen,
el liberalismo del Hinduismo, mas cuando llego a los "apegos" por más
que mi admirado Antony de Mello, refute sus vivencias , los combata y
denoste y ridiculice , yo no puedo por
más que decir " disiento y disiento profundamente" y renacen en mi
los poderosos influjos de Tehilar de Chardin, Ken Wilber y otros.. en mi lento
transcurrir por las dualidades humanas, que tantos orientales transcienden y
superan, se rebelan en mí algo interior que no puedo soslayar que es" el
tuyosear ", crecer y crecer en ti y si procede enamorarme, llegar a la
maravillosa kenosis, entregarme a ti, fundirme contigo desearte con toda alma y
cuerpo hasta que reviente muchas ¡Muchas veces! en dicha unificadora y
redentora. Eso sí teniendo muy presente el no concederle a nadie el poder o la
capacidad de enojarme
Me gusta tuyosear, llenarme de apegos, así esos que denostan
los orientales, que yo también lo soy en muchos conceptos, pero ¡Qué voy a hacer
si por sentimientos y por convicción, me gusta crecer en el tú, estar en ti!
Desde mi inquieta juventud, quise imitar a Buda,
`preguntándome ¿ Redención o iluminación? Tal vez no sean excluyentes.
Algo muy fuerte en mi interior me obligaba una y otra vez a preguntarme ¿El por qué de mí, cuál es mi misión?¿Qué debo hacer?
Con una fuerza llena
de vehemencia, supe y sé que "tú eres", que el vivirte es mi destino, aunque tenga mis silencios alguna vez debajo de un
ciruelo en flor.;pero si me dedico como parte fundamental de mi vida a la meditación y a no tener apegos, por falta de costumbre y por atrofia ,perderé la capacidad de apegarme, la capacidad de quererte
A ti, que te he conocido y no quiero ni puedo evitar
quererte.
André de Ártabro