Epístola a un pasado que siempre volvió(como el otoño)
Río en Guitiriz (Foto de André) |
Sé que estás en mí, te llevo, cuando estaba en ti, tú y yo ,
un mismo destino, un mismo hacer vida, un continuo hacer amor; conchabados cual
valvas de almejas, complementos idóneos que guardan un solo corazón; con la fe
de un futuro mutuo, indisoluble dos
miradas a un mismo horizonte, bello Paraíso hecho a medida de los dos.
Los hados malignos del destino , se llevaron tu alma o tu
cuerpo pero quedó en mí para siempre lo que fuimos los dos, ¡Paraíso incomparable!
Te has quedado como sutil cadena, grillete sin candado, convertido hermoso
pasado en sutil presente a veces muchas veces descubro que en todo estás tú,
este bendito otoño que vuelve a sacudir las hojas y reviviendo la intensa
pasión de nuestra historia desde la repentina ausencia
Árbol sin las cálidas hojas que cobijaba y cobija mi cálido
recuerdo de amor
Te has ido sin marchar, te vivo cada día,, cálidos ocres
desprendidos, juguetes del viento cada otoño ,que fustigan como látigos en mi
piel las más bellas vivencias ,aquellas que aún perduran cuando tú y yo hicimos
un único nosotros
¡Te quiero amor!