Foto de André |
3º Poema seleccionada de mi
libro Versando mis sentimientos
Título: La mendiga
Te noté contrariada, sentí
vergüenza ajena
y tu dolor fue mi dolor al
ver tu dómida raída,
como la goma dos explosiona
por contagio
yo exploté y explosionamos.
Encontré en ti lo justo para
hacer de ti
para hacer de ti y de tu
estar una rapsodia
así tu pan ,pan para mí, pan
para todos.
Ser uno como yo en ti y tú
en mí.
Tú eres la imagen, yo el
reflejo
que aprendí a verte a ti
cuando me miro en el espejo.
¡Me has mirado cual quinoa!
abriendo hojas, mostrando
el corazón de la espiga
deshojando
el rúnico rimar del alma
mía-
Me senté a su lado, hablé
con ella
quería ver el contenido
no quedarme en la tabina
de esta mendiga de mi
esquina
que me está enseñando a ser
cristiano;
con fulgor en sus ojos ,me
ha dicho
"más que tus monedas,
me hace feliz
¡Que te sientes a mi
lado!"
Nada pude decir ¡Solo apreté
su mano!
P. D
¡Qué tiene de especial esta
mendiga
que le gusta que me siente en la acera -a su lado-!
Muchas veces el simple echo de sentirnos escuchados y acompañados, es el mejor regalo que nos pueden hacer.
ResponderEliminarBesos
Hola andres, que hermosos volver a leerte°°
ResponderEliminarExcelente poema, cuidate
Besos
"La mendiga" uno de los poemas más bellos que has publicado.
ResponderEliminarUna divinura. MAGISTRAL.
"Encontré en tí lo justo para hacer de tí
para hacer de tí y de tu estar una rapsodia."DESLUMBRANTE.
Besos.
¡Feliz fin de semana !
Magnifico poema, mis felicitaciones
ResponderEliminarBeso
Es un poema hermoso, de esos que te recuerdan que debemos mirar al mendigo a los ojos y al menos darle una sonrisa.
ResponderEliminarUn abrazo André
¡PRECIOSO!
ResponderEliminarQue bonito es compartir, compartir el frío de la acera, las miradas perdidas, las manos heladas, aceptar el esbozo de una sonrisa. Quien recibe todo eso de quien es todo lo que tiene ya se convierte en una persona afortunada. Gracias
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs bonito y tierno... Se necesita más una muestra de cariño que algo material...
ResponderEliminarMuchos besos
Una mendiga enamorada de unas letras que cincela su autor...Andrés.
ResponderEliminarLo que tiene de especial, según entiendo, es que su humanidad está por encima de su miseria. La verdad es que, por experiencia, puedo decir que valoran más que se les trate bien, que las monedas que les dejamos sin mirarles siquiera y sin dirigirles una palabra.
ResponderEliminarBuen tema. Un abrazo. Franziska
Regalar afecto es lo que más sostiene la vida de todos.Y, como dice Franziska, tal vez necesitan más de muestras de afecto que una moneda dejada con frialdad sin ni siquiera mirar a la persona.
ResponderEliminarUn abrazo, André.
Detrás de esas ropas hay un ser hunamo, que siente y que padece como cualquiera de nosotros...sin embargo, las gentes pasan, sin tan mirarla siquiera a la cara..... tan sólo algunos se detienen, para simplemente depositar unas monedas y con eso piensan que han cumplido....pero y ella! ...que necesita ella!.... necesita alguién que la escuche y le dedique algunas palabras de cariño... y en medio de su vida de abandono, por fin ha encontrado una pequeña esperanza... tiene delante a un poeta que sabe escucharla, comprenderla y dedicarle esa mirada que tanto ansía de cariño.
ResponderEliminarBesos
ERES UN HUMANO MUY ESPECIAL!!!!
ResponderEliminarABRAZOS
Buen fin de semana mi querido André :)
ResponderEliminarA veces el dinero no basta para sentirse satifecho, aunque el cuerpo tenga carencias, el alma pasa a tener prioridad y la compañía de un ser humano es más agradecida que un trozo de pan.
Un beso mediterráneo mi querido amigo muassssssss ♥♥ TKMMMMMMMMMMM
un poema maravilloso!!!
ResponderEliminarbesos
Liz
Acabo de escribirte un comentario y me ha desaparecido. Veré si al volverlo a intentar se queda.
ResponderEliminarTe decía, que de nuevo vuelve a mí el recuerdo de aquella anciana enjuta que me esperaba todas las tardes, al regresar de clase, a la altura de la iglesia de San Andrés.
Le daba mi merienda, mejor dicho, un panecillo y dos reales, que era lo que me daba mi madre para que comprase chocolate.
Llegué a cogerle cariño, la veía tan necesitada....
Un día, una señora se acercó a mí y me dijo que no volviese a darle nada, que era una alcohólica y que todo se lo gastaba en aguardiente. ¡Qué decepción me llevé!
Tú has tenido más suerte que yo, tu mendiga tenía corazón y valoraba mucho más el que la escuchases y le hicieses compañía que todas las monedas que pudieras darle.
A Kasioles la camelan con el cuento de la lástima.
Cariños.
Kasioles
¡Qué lejos están siempre la riqueza material y un alma rica!...Yo..me quedo con un alma rica, André...como las almas de los poetas.
ResponderEliminarEn primer lugar...perdone la tardanza..mea culpa...¡pero es que desde que me hice una cuenta en facebook!...pues eso..que el poco tiempo libre se me va ahí. Menos mal que nunca dejo de venir del todo por los blogs..aunque tarde..sobre todo por los buenos blogs..jaja. Espero que siga muy bien de salud y le deseo felices fiestas junto a sus seres queridos. Reciba mi fraterno abrazo.
A esa mendiga le pesa la soledad .
ResponderEliminarTu compañía , el mejor regalo que le puedes ofrecer .
Y cuesta tan poco ...
Pero que reacios somos , cuando se nos acerca un vagabundo .
No conocí a mi padre .
Al cabo de muchos años me enteré que era un vagabundo ...
Muchos besos
El hambre que más duele, es el del amor. Estamos llamados a darnos cuenta de aquello y resolverlo... con cariño, con atención, con hacer sentir al otro visible, con simple compañía. Muy emotivo amigo.
ResponderEliminarBesos.
No hay moneda mas valiosa, ni mas apreciada que la del amor. Es la única moneda que jamas varia su valor.
ResponderEliminarAndré tus versos acarician! Gracias.
Te ama, seguro.
ResponderEliminarUn beso.