No tú no estás junto a los luceros estás en mi jardín
te noto en mi aliento este tic-tac de mi loco corazón
que no sabe latir sin ti En las gasas de algodón de mi
memoria
en los instantes detenidos estás en mí en la ventana , en la
lluvia, en la brisa en las olas,
estás ya en el agua que me moja, Perdido estoy en las
estrellas sin tu pelo sin tus manos sin
tu boca.
Un abrazo grande con mi admiración por tu bella manera de escribir, que tanto disfruto, André.
ResponderEliminarGracias Sara es un placer verte por aquí.
EliminarBesos
André
Hasta tu gato pone ojos de admiración con lo que has escrito...bueno y yo también.Saludos
ResponderEliminarGracias Charo siempre sabes estar
ResponderEliminarBesos
André
Después de leer tu escrito. No he dejado de fijar mis ojos en ese precioso gato que seguramente has tenido en tu casa. Cuando yo era niña, siempre habia algún gato o más en casa , yo jugaba mucho con ellos y ahora los hecho de menos, pero un piso no creo que es el lugar ideal para ellos.
ResponderEliminarBesos
VENTANA DE FOTO
EliminarSi nacio en la casa de la aldea y mi nieto me convencio que lo trajera para el piso , lo dejaba estar en el salón y en la cocina, en cuanto me levantaba , ya sabía a donde iba y se colaba en el dormitorio... Habria la pueta de casa y tenia que pillarlo en el ascensor. Un buen día se escapó cuando tenia trce meses, Fue este año en agosrt . Y cuando fuimos a la alde a cojer peras sentado a la puerta
A mi me pasan cosas tan raras que la casa de la aldea está a 50 Km Ahora no te imaginas lo que lo quiero.
Besos
André.
Esta en las bellas letras de este poema. Un placer leer. Saludos.
ResponderEliminarSandra Figueroa
EliminarGracias por venir y por tus aceratada palabras.
Besos
André
Recuerdo algo de ese gato, o me lo imagino,ya no sé, deseo no equivocarme:
ResponderEliminarAbandonado por su madre, estaba famélico y parecía enfermo, unas almas caritativas lo encontraron y corrieron al veterinario, con cuidados, el gato creció alegre, feliz y mimado, pero era juguetón y... ¡Cuidado que te va a tirar ese vaso! Sonrío.
En cuanto a lo escrito...
Si te sientas al lado del ciruelo, notarás su olor y su caricia, está contigo y te seguirá inspirando bellos versos que atraparán su corazón.
Cariños.
kasioles
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