Minuetos
Corría el sábado 15 de enerodel 2012, de pronto, tuve un acceso de tos, pero resultó que lo que expectoraba era sangre fluida, en mis cortos conocimientos, pensé en una hemoptisis, así que como eran la dos de la mañana, y mis dos nietos mayores dormían en mi casa, llamé a mi hijo para que no quedaran los dos niños solos, me puse en contacto con el 061, y ambulancia e hijo llegaron juntos. En cinco minutos me encontré en el Hospital Juan Canalejo.
Inmediatamente me suministraron codeína y una vez que cedió la hemorragia me dejaron en observación.
Observación tiene cuatro compartimentos, separados por mamparas, dos compartimentos para hombres y dos para mujeres,
A las tres de la mañana acompañado por la Guardia Civil llegó un chico joven, le adjudicaron el sillón al lado del mío. Sin mediar palabra me preguntó ¿Cuántos años tienes? Tal vez sesenta dijo él- tal vez dije yo-, me dio la mano y me la apretó fuertemente; sin más me dice ¿Cuántos años tengo yo?. Veinte dije, un apretón fuerte de manos y dijo ¿tú eres meigo? (brujo), si dije yo .Me llamo Cristo Rey , yo me llamo Andrés , nuevo apretón de manos.
Cansado estaba yo de esperar por el internista que debería decidir que hacer conmigo..
Cristo paseaba de pie y empezó a desbarrar, se metió dentro del mostrador de médicos y enfermeras , armando un lío porque quería disolvente para lavar las manos, solo se oía su voz. De pronto y por arte de magia aparecieron tres vigilantes de seguridad, le preguntaron el nombre a Cristo. El vigilante que le hizo la pregunta le llevaba la cabeza en altura ,calculo yo 1,95 y cristo 1,70 .
Cristo plantado desafiante le pregunto al vigilante -¿y tú como te llamas? ¿ silencio ¡y tú¡ que no me puedes decir tu nombre!.
El silencio mas absoluto en todo el ámbito de observación se presagiaba lo peor, un filo hiriente de navaja cortaba el aire. José dijo por fin el vigilante . Cristo le dio una tarjeta –llama a este teléfono y dile a mi madre que de mi mesilla me traiga la cajita de madera que quiero fumar marihuana.-llama ahora porque vive en Malpica y tardará en llegar. Se le acercaron a Cristo los dos vigilante y se temía….
¡Cristo Rey ¡ grité yo con fuerza, -mayor silencio-Que – se plantó delante de mi, piernas abiertas oscilando con un gesto corporal de agresividad.
Ven a mi lado, ¡no ves que esos tienen la mollera cerrada y no son de los nuestros-
-Que me dices , tú también esperas a un psiquiatra _ y que hago yo con un psiquiatra dije , a mi me hacen falta por lo menos dos- Cristo ya de pie pegado a mi me dice-¿también estás loco?- “unas veces sí y otras no-¡coño como yo!- me apretó fuertemente la mano y se sentó en su sillón.
Me aventuré a hacerle una pregunta ¿Qué tal la chavala? – tú eres meigo – si dije yo.-mi chavala es guapa y morena se llama Bosnia- pues tiene un nombre muy bonito –si se llama Bosnia Etsegovina. Los tres de seguridad de fueron y yo seguí un buen rato con Cristo. Me preguntó ¿ tú antes de vivir en Coruña donde vivías? - en Betanzos- , ah ¡coño! en Betanzos tengo yo un amigo se llama Mohamet Aly aunque los amigos le llamamos Clasius Clay , estudiamos juntos.
Mucha gente viró la cara para que Cristo no viera una sonrisa entre tanta enfermedad.
Se llevó un médico conocido a Cristo , lo sedaron fuertemente y cuando salía se desvió de su trayecto y con paso vacilante , apretó mi mano y dijo ¡amigo!.
Lo que necesitaba Cristo era un amigo .
Si, si los de blanco me felicitaron y me dieron la gracias.
y sé que en alguna parte tengo un amigo
Y estas cosa algunas veces pasan.
André.
en los hospitales se enlazan muchas miradas, palabras , vidas , historias, y bien vale el tiempo allí y prestar atención
ResponderEliminarhermoso relato André
un abrazo y fuerza para ti
buen fin de semana
Qué buena es la locura¡ Lastima no estar mas loco para escribir estas historias de continuo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Andrè !
ResponderEliminarCuantas cosas se aprenden en los hospitales, los compañeros que nos tocan al lado de nuestra cama, los que encontramos en la sala de espera ( en las urgencias por ejemplo ) a veces de ahí salen amigos para siempre. Hermoso relato, hermosa historia, deja a uno pensando, es la vida !!!
Mi cariño, un abrazo y muchos besos !!
Aurora
Querido André, en los hospitales se viven unas experiencias inolvidables. Cuando te encuentras entre tanta gente que sufre de una enfermedad u otra, se estrechan lazos de unión que marcan para siemrpe, lo pude comprobar al estar mi marido una semana en el hospital debido a un ataque al corazón.
ResponderEliminarEspero y deseo de todo corazón, que estés ya totalmente recuperado.
Un fuerte abrazo
Qué bonito el final André. A veces la cura del alma depende de un oído, un apretón de manos…¡Un amigo!
ResponderEliminarAunque a decir verdad, a mí me hubiera dado un poquito de miedo Cristo, vaya personalidad fuerte, o tal vez era sólo la abstinencia por querer fumar marihuana. No sé, se me ocurre.
No estaría nada mal un abrazo de José con sus 1.95 jaja.
Te mando un beso!
siempre viendo lo bueno de tus situaciones,te admiro amigo mio,con la soltura que enfrentas la vida
ResponderEliminarun gran abrazo,y me alegro de tu recuperacion
La vida en los hospitales es toda una experiencias, para los pacientes y los que estamos alli para trabajar. Cuando la estadia se prolonga y si hay restricciones de visitas, se agudizan todos los sentidos y sentimientos con aquellos con los que se contacta, aunque sea esporadicamente
ResponderEliminarVamos a tener muchas anecdotas, que espero ansiosa
De ingreso nomas, un amigo y que amigo!!
Un gusto que estes de nuevo entre nosotros
UN ABRAZO
Por supuesto que pasan éstas cosas, como la que nos has contado -el episodio con éste paciente en el hospital, tu sabes mejor que nadie, que no existen las casualidades, que siempre estamos en el lugar correcto, en el tiempo correcto, con las personas correctas (aunque en principio nos parezca lo contrario) -aprendizaje le dicen- y tu como buen "Mago" has sacado tu varita y has convertido en oro la situación.
ResponderEliminarMil besos amigo André.
Historias de hospital, Andrés... La verdad es que estando allí, con un mínimo de conciencia y atención, se aprende mucho de la vida. Y de la muerte también...
ResponderEliminarMe alegra volver a leer tus historias.
¡Biquiños!
Carmen
Hola André, me alegra que escriba ya desde casa y que su recuperación sea rápida.
ResponderEliminarMi experiencia en el "hotel" no fue tan buena, estuve 4 días en la uci y otros 4 en planta y espero y deseo jamás volver por ese lugar.
De corazón, le deseo mucha salud y todo lo mejor del mundo.
Abrazos. Rosa.
si señor...esas cosas a veces suceden y aunque la gente no lo sepa, son esas cosas raras y absurdas que a veces se topan en nuestro camino las que hacen la diferencia y podemos decir con seguridad que aun estamos en el mundo de los humanos...un beso y espero pronto se encuentre bien del todo
ResponderEliminarMe encanta! Una historia increible con un toque de humor. Fantastica!
ResponderEliminarPD: André me ha hecho muy feliz tu comentario, señal de que ya estas bueno, me alegro mucho guapo! Yo os sigo con el movil, siempre que pueda estare por aquí.
Un beso enorme!
Ay André, ya sabía yo que una vez recuperado y tomando ya las riendas de tu espacio,tu experiencia nos llenaría a tod@s de historias con alma.
ResponderEliminarCristo necesitaba un amigo y tuvo la suerte de que André tosiese sangre esa madrugada...
Muy humana esta historia y con la falta que nos hace la humanidad, el sentir que hay gente buena, con magia-meigos-pues se agradece una barbaridad.
Ya te voy viendo por los blogs y eso es una magnífica señal de que estás bien.
Me alegro muchísimo por ello.
Besos.
Es una historia que impresiona leerla, pero es mucho más frecuente de lo que imaginamos.¡Cuántas personas hay en el mundo que lo único que necesitan es que se les escuche!...Me alegró de que ya estés recuperado, André, y de poder seguir leyéndote. Un abrazo
ResponderEliminarHola André.
ResponderEliminarA veces ocurren cosas que superan a la ficción. Tú eres muy afortunado, tienes muchos amigos, no te quepa duda que entre ellos está Dios. Y yo también, me alegra tu pronta recuperación. Besos de domingo.
Me alegro mucho de que ya estés en casa y puedas habernos contado este interesante encuentro aunque en un sitio que a ninguno le agrada estar.Hay gente que necesita ese calor de amistad y que ningún fármaco o psiquiatra puede dar,por lo menos conseguiste abrir un poco el corazón de ese muchacho y eso siempre es bueno.Ahora cuídate bien y no recaigas.Un abrazo amigo andré.
ResponderEliminarCristo tuvo suerte de encontrarte, evitó meterse en un buen lío y además hizo un amigo. Admiro tu capacidad para entender lo que necesitaba Cristo. Ahora entiendo que seas meigo.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Que relato mas impresionante,
ResponderEliminarEres de esas personas que miran detrás... que suerte que diera contigo, suerte para el y para el resto...
BESOS ANDRÉ ESPERO QUE ESTÉS MEJOR.
Cuídate muchoooooooooooooo que se te echaba de menos por estos lares.
ResponderEliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Hay mucha gente que lo único que necesitan es que alguien les escuche, pro con las prisasa se nos olvida que mañana lo podemos necesitar nosotros.
ResponderEliminarHermosa la historia André.
un abrazo
Y es que aun amigo lo puedes encontrar donde menos te lo esperas.
EliminarQue alegría mas grande André seguir aprendiendo con tus historias de vida.
Te dejo mi más cálido abrazo AMIGO.
como siempre querido y admirado poeta me has emocionado profundamente con la sublime belleza y profundidad de tus letras, a veces los signos de locura no son más que palabras que necesitan ser escuchadas y ojalá algún día alguien venga a enseñarnos como escuchar en lugar de oír.
ResponderEliminarMiles de besinos con todo mi cariño y admiración de esta amiga admiradora que te quiere un montonazu y te desea feliz tarde de domingo.
P.D. Infinitas gracias por volver a regalarnos tu esencia y presencia dulce y sensible poeta.
Uno puede encontrar una mano amiga, un hombro dónde apoyarse en los sitios mas insospechados...
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte André.
Abrazos sinceros desde mi refugio en los Pirineos.
Sigo Soñando - Marta
Querido André, desde mi mas profundo respeto, admiración y cariño que te tengo, déjame decirte...¡¡¡viva la madre que te parió!!! porque eres un sol de persona y estamos tan necesitados de calor humano, que ése rayito que le das a Cristo es una bendición y un ejemplo a seguir.
ResponderEliminarMe ha emocionado tanto ésta historia que hasta mis ojos se han "aguado", como diría nuestra querida Mayra(Alborada)y no precisamente de tristeza; sino de alegría de poder comprobar y entender cómo la felicidad puede encontrarse hasta en los mas mínimos detalles... que en realidad son mas grandes de lo que aparentan.
Espero que estés disfrutando de tus nietos y estés mejor.
Un abrazo enorme te dejo, con todo mis mejores deseos de pronta recuperación.
PD: A Cristo le deseo que le sigan calentando rayitos de sol como los que tu sabes generar.
Cristo, me encontró a mí , yo te he encontrado a ti y ya ves donde he encontrado a una amiga.
ResponderEliminarUn beso¡Gracias!
Gracias a ti André, porque efectivamente eres un gran "generador" de calor humano.
EliminarBesote enorme y feliz tarde de domingo.
Andre!!! ahora sé con certeza porque tuviste que ingresar!!!!!solamente por tener una experiencia tan entrañable
ResponderEliminary conocer a Cristo !!!! y contarnos con tanta ternura el encuen
tro con los desvarios de una mente que necesitaba un amigo!!!!! casi casi estoy al vez emocionada y contenta porque sino tu estan
cia en el hotelito nos hubiese privado de una narración tan bella.
Los amigos se encuentran en el momento que los necesitamos...
aun recuerdo tu primer comentario a una entrada mia: me cautivaste
desde ese instante....Ahora tomate las cosas con calma, déjate
mimar y cuidar por todos los que queremos!!!! musutxus miles
de colores , tu amiga Begoña
hoy estoy un poco baja de moral un hermano luchando con lo que yo he pasado y ahora que te veo me has hecho reir con gana eres un buen hombre me explico yo mariguhana no fumo de eso no fumo nada pero si he estado en algun tratamiento depresivo y lo que uno busca y agradece es un gesto humano comprension amor cariño aprecio tu gesto quito hierro al rebes se hubiera liado rezo por que no se me paralice el ordenador brogger conmigo la da entrar entro pero si doy comentarios el cenizo lo doy y paralizado queda hay que darlo apagar entero un beso veras como no sera nada yo rezo ya con el hermano doy no quiero nadie mas y mas que te tengo cariño , no se si te lo dije aun somos parce casi de un tiempo pero te pareces a mi padre por eso te agrege se fue a mexico con mi hermano y llevaba años sin verlo , no lo voy a ver mas , da en las nubes pero veo tu cara , vamos ya me has hecho llorar y aparte el escritor tan grande eres un besazo hijo tu cuenta que lucia por ver tu cara rezara por ti cada vez te recuerde
ResponderEliminarLas cosas más asombrosas del ser humano se pueden ver, sufrir y paliar en un hospital...
ResponderEliminarA veces, sólo es cuestión de un amigo. Un amigo.
Abrazos
Me ha gustado mucho como cuentas este encuentro. En los hospitales nos encontramos con seres esquinados y lastrados. Almas varadas o estraviadas.
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte, André.
Hola ANdré.
ResponderEliminarEstremecedora historia, pero pasan, como todas las cosas de la vida , hay momentos que solo se pueden vivir, algunos afortunados, después lo saben contar y así vamos sabiendo del sufrimiento y de la soledad de tantas personas.
Me alegra mucho leerte,
Un abrazo muy grande amigo.
Aloe.
Que suerte que el meigo anduviere despierto ¿verdad?
ResponderEliminarMe encanta leerte de nuevo.
Leí por alli que estabas internado,luego me puse hacer algo por alli,algo por aqui y cuando dije voy a ver que tal va André,pues amigo!!!!los virus me sacaron del ciberespacio,asi que ahora llego tarde pero mas vale tarde que nunca,te saludo y me alegro regresaras bien,saludos Uruguayos.
ResponderEliminarHola mi querido André, no se precisan millones en un banco, ni casas esparcidas por la geografía mundial, ni chófer o mayordomo, con tan solo una sonrisa dada con sinceridad en el momento adecuado hay suficiente para llenar el alma en esta vida, un fuerte apretón de manos en silencio con una gentil mirada, tan solo para saberse acompañado, ¿para qué más si con esto destierras la soledad en la que uno se siente aprisionado muchas veces? ¿De qué sirve todo lo demás si estás solo? Solo entre mucha gente, pero solo.
ResponderEliminarQué gran gesto tuviste André, verás como en sus momentos de cordura ese amigo te recordará y te lo agradecerá aunque no lo vuelvas a ver más.
Ten una buena semana querido mío, besitos azules muasssssssssss
Hola André.
ResponderEliminar¡Que cosas pasan en la vida! Y gracias a que algunos sabéis
transmitirlas, otros podemos disfrutarlas.
Me has hecho pasar un buen rato.
Un abrazo.
Humanidad, cordura, sensatez y calor, esos fueron los valores que usaste para esa pobre alma desvalida. Estamos tan necesitados de ser escuchados que no oídos...en fín...
ResponderEliminarBesos y abrazos apretaos André.
Me alegra mucho leerte otra vez, señal de que la cosa va bien.
ResponderEliminarBesos
Hola André
ResponderEliminarInteresante historia, a mí los hospitales me traen recuerdos tristes, hay demasiadas vidas allí dentro en busca de luz...
Gracias por pasar por mi sitio y por quedarte, no creí que lo harías tan rápido. Me alegro que te encuentres bien de salud, es el deseo de todos.
Un beso grande.
Que alegría volver a leerte André,somos demasiados los locos y nos reconocemos unos a otros. Un beso :)
ResponderEliminarPeculiar historia, pero aunque no lo creamos la vida está llena de ellas. Que solas están algunas personas y que poco cuesta escuchar. Pero no todo el mundo es capaz. Me alegro que estés de vuelta contándonos historias. Un bessito
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa vida misma en el Juan canalejo!!Tal cual andré, yo pasé cientos de historias hace año y pico que mi madre se pasó alli 3 meses y es alucinannnnnnteee.Milll besoss me alegra tu vuelta
ResponderEliminarMUY BUENO. LE HAS SACADO PARTIDO A TU ANTERIOR ESTADO, JEJEJEJE.
ResponderEliminarUN ABRAZO
André, supiste vivir intensamente el momento, sin dejarlo pasar y no sólo como observador sino como implicado. Una actitud tuya muy delicada y eso es lo que caracteriza al que está despierto, por algo se dice que una sola palabra razonable puede dar sosiego a quien la escucha.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate mucho.
Me alegra volver a leerte¡¡¡¡ un beso y un abrazo
ResponderEliminarQue situación, Andrés viviste, pero lo que necesitaba ese muchacho era un amigo, en esos momentos y tu lo fuiste¡¡¡
Vió en ti, ese cómplice, el amigo,y se sincerizó contigo
Me alegra, nuevamente, verte¡¡¡¡
besos de brujilla
Bienvenido Andres me alegro que estes ya entre tus amigos blogueros.. un fuerte abrazo
ResponderEliminarfus
Si, esas cosas pasan y es hermoso que pasen, tan hermoso porque en la vida siguen existiendo André que permiten el diálogo a un Cristo Rey de éstos tiempos.
ResponderEliminarUn abrazote inmenso, amigo querido.
Que alegría enorme verte entre nosotros.
Por los hospitales pasa tantísima gente que a veces una piensa si somos tantos y si todos estamos enfermos...enfermos de cuerpo,enfermos del alma...
ResponderEliminarSon lugares dónde a parte de sus dolencias se encuentra un@, con personas que necesitan expresar y contar su vida.
No me gustan nada los hospitales,pero hay que reconocer que de vez en cuando un@ necesita de esos lugares que tanto miedo nos da, para seguir adelante con la vida.
Un relato en el que me hizo recordar alguna que otra vivencia.
Un abrazo y me alegro de que todo saliese bien.
¡Que historia tan hermosa! Tu capacidad de empatia es enorme.
ResponderEliminarEres "un angel".
Un abrazo.
Mercedes.
¡Hola André! dónde está el límite de la cordura... ambos náufragos en la misma isla... lástima que no proliferen los magos...
ResponderEliminarSeguramente tendrás muchas más historias para compartir de ese lugar donde nos damos cuenta de lo frágiles que somos. Un abrazo.
Espero que ya estés totalmente restablecido. Me imagino el susto. Que buena mano tuviste con ese chico...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué alegría poder volver a leerte en estas páginas!. Y ahora espero que no te emociones demasiado leyendo los mensajes de tantos amigos y amigas como han expresado en este blog su preocupación por ti y te han manifestado su cariño. ¡Es extraordinario encontrar tanto afecto! ¡Bien merecido, sin duda! Yo me sumo a ellos, esperando que nos sigas inspirando con tus textos e imágenes.
ResponderEliminarUn abrazo,
Maite
Por primera vez visito tu blog y me encuentro aquí relatos profundos, bien diagramados, de facil lectura y super interesantes, mis felicitaciones y gracias por compartirlos!
ResponderEliminarSeguiré visitando este bello espacio, saludos!
Con el alma reconfortada por tu vuelta, me vuelves a enternecer con tu maravillosa historia, llena de ternura y generosidad.
ResponderEliminarGracias por regresar y volver a ensancharnos el corazón.
Mi cariño, mi enhorabuena y una sonrisa tras tu relato.
Cuídate mucho y sé muy, muy feliz.
Qué bueno tenerte de nuevo y con ese caudal de anécdotas. La locura y sus tantas vertientes. Aún permite discernir en el tumulto una mano amiga.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola André...es muy hermoso tu relato...sin duda eres una persona con mucha sabiduría y empatía...yo te felicito porque ayudaste a un ser humano que tan sólo necesitaba una mano amiga. Gracias por compartir esta vivencia y sembrar en nuestro corazón la semillita de la solidaridad. QDTB, recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSí, cuando el hombre es humano... siempre pasan.
ResponderEliminarMe alegro que tengas ... Una vida (tu humana vida) para contarla... ¡Olé tu salero y todo tu ser!
Bss
A veces con un simple apretón de manos sirve para calmar a la fiera que llevamos dentro, necesitamos que nos escuchen aunque a veces los demás no entiendan lo que decimos, como a tu amigo Cristo.
ResponderEliminarestoy segura que siempre te recordará, simplemente por eso por ese apretón y por saber escuchar.
En sitios así se aprende mucho, demasiado diría yo.
Eres un encanto.
Besitos y sonrisas amigables :-)
Mi querido amigo: Acabo de leer tu relato y me ha encantado.
ResponderEliminarEs algo muy propio de ti, ese apoyo, ese cariño.
A veces, no hace falta ser meigo para descubrir lo que la otra persona necesita. Tú sabes mirar en el fondo del alma y supiste ver las carencias que tenía.
No dudo que, a partir de ese momento, siempre te recordará como el amigo que necesita.
Otro tanto nos pasa a los que te hemos conocido, necesitamos tu amistad, tu cariño.
Te dejo un fuerte abrazo en ese dulce corazón.
kasioles
Andrè...no todo es drama en nuestra vida , siempre llega algo bonito como el dìa de hoy
ResponderEliminar¡¡¡ Felìz dìa de los enamorados !!!!
un beso fuerte...va no tanto o si....estàs algo dèbil o sigues en carrera detràs de las enfermeras... quiero que a mi tambien me corras jajaj
otro beso con mucha fuerzaaa chuik
Querido André, que alegría volver a leerte, jo, ando tan liada que llevaba unos días que no me pasaba por tu casa. Me hace muy feliz ver que has vuelto, y con tus historias del alma, esas que solo tú sabes contar tan bien.
ResponderEliminarEl miedo nos hace a veces, ponernos agresivos, y que mejor medicina que una voz tranquilizadora??
Espero que ya todo este bien. Un abrazo muy grande
Muy bonita tu experiencia. A veces solo se necesita que nos brinden la mano para relajarnos, y saber que alguien nos escucha y nos toma enserio.
ResponderEliminarEnhorabuena porque aun quedan personas con mucha humanidad.
Saludos
Por aquí ando, y qué pensabas que no iba a venir, ni amarrada que estuviera, y amarrarme a mi no es fácil, así que venga un abrazotote bien apretaoooooooooo, hasta que te falte el aire, jolín.
ResponderEliminarTe quiero mucho, querido amigo.
FELIZ DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD
Hola André.
ResponderEliminarHe estado apartada de este mundo un tiempo y no sabía exactamente que te pasaba. Ahora despues de leer tu blog, veo que has vuelto a escribir y que estás mejor. Espero que te recuperes por completo. No nos olvidamos de ti por nada del mundo, eso no lo dudes.
Tu entrada me ha parecido preciosa. Hay cada vez más gente con problemas mentales en esta sociedad en la que vivimos, y muchas veces son originados por falta de cariño, de amistad, de comprensión, de afinidad. El que en un momento concreto alguien nos tienda una mano puede ser lo que más nos reconforta.
Lo dicho cuidate, y muchos besos.
y tu iste con u problema, y regresante con alguien. un abrazo
ResponderEliminarMuchas veces agravamos los problemas de estas personas cuando los marginamos. Has demostrado mucha humanidad. Te olvidaste de tu problema para ofrecerle un rato de amistad. Estas personas muchas veces se muestran agresivas porque la sociedad la trata con la punta del pie, mayormente porque nos dejamos llevar por el miedo.
ResponderEliminarHe conocido tu blog a través de otros blogs amigos y precisamente cuando estabas ingresado. Celebro que ya estés recuperado y con ganas de contar tus historias.
Sigue cuidándote sobre todo ahora que el frío arrecia.
http://ventanadefoto.blogspot.com/
He leído un comentario tuyo en un blog amigo, y vine inmediatamente...qué alegría que ya estés bien, y con ánimo como para regalarlos otro de tus tantas historias tan bien contadas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola, André:
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte y saber que te encuentras mejor de salud, tu relato es muy humano y nos enseña el buen corazón que guardas en tu pecho.
Abrazos.
En la agonía, en las aguas turbulentas siempre se aparece y te da fuerzas, algunas veces te vas sin bacilar, otras resuelves aún quedarte....pero de que está.......está ;) besosssssss ^.^
ResponderEliminar¡Hola André!!!
ResponderEliminarMe he perdido esta entrada... bueno no la he perdido porque acabo de leerla.
Es una anécdota más a contar sobre el pobre Cristo, has hecho lo que simplemente tú sabes hacer, que es ser solidario y humano. Cuando uno se detiene en esos sitios, pasan tantas cosas a nuestro rededor, que habría mucho que contar.
Me ha encantado leerte.
Gracias por compartir tus lindas letras. Te dejo mi gratitud y mi estima Un abrazo y se muy feliz.
Andre, ya me he enterado por una paisana de lo que le ha pasado,
ResponderEliminarpero la suerte ha querido que esté de nuevo entre nosotros, lo malo hay que olvidar-lo y vivir ahora para su familia y esos nietos tan preciosos que son lo que dan vida. Un fuerte abrazo
En los hospitales encontramos esas voces amigas que nos devuelven la fe.
ResponderEliminarBesos, André.
Feliz con tu vuelta y tu recuperación.
Pero que entretenido relato André, me alegra que de tu estadía, quede ese recuerdo tan particular y ya estés repuesto, un placer leerte
ResponderEliminarsaludos