lunes, octubre 13, 2014

Juan (Foto de André)
Nacionalistas

En la ambivalencia humana, en todas nuestras facetas, tenemos que tener presente la dualidad, siempre o casi siempre con opciones antagónicas: felicidad-infelicidad ,amor-sufrimiento.
El amor, como espada de Damocles siempre tiene cerca la posibilidad de pérdida de dicho amor.
Cuantas veces de niños seguimos las normas para no perder el amor de nuestros mayores; esta interioricidad de la norma lleva siempre consigo la ambivalencia del...sí pero no.
Y como los niños , toda comunidad paga por la paz un precio. Se trata de vincular más a mayor número de individuos, con la condición de que "sobren otros" en quienes depositar la inquina. Hostilidad que provoca la unión fomentando el odio contra los más próximos, llámense estos canadienses, españoles o ingleses. No hay nacionalismos sin enemigos, la actitud de aquellos que aprovechan la ambivalencia humana para alentar tales situaciones siempre para obtener beneficios propios; no quiero opinar sobre el estado neurótico de quienes así actúan. Así vincular a más individuos, en contra de comunidades íntimas. A ninguna región española, le estorban los curdos.
Da igual que se llamen Hiltler o Mao, son lo que son
A Coruña !3 ´-10-2014

Andrés López Villar

15 comentarios :

  1. Por Dios André qué preciosura de criatura. !Muchos besos para este niñoto divino.
    Por qué siempre hay que elegir? ¿por qué no puede uno tener TODO ?
    El amor es como lo dices El amor siempre con una espada de Damocles sobre la cabeza. Felicidad - infelicidad . Ytener que pagar un precio por todo en esta vida.
    ¿Es justo?...
    Un abrazo gigante.

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  2. Hola André,
    Como siempre, tus palabras son un cesto lleno de fruta fresca y deliciosa, además, cultivada sin pesticidas ni abonos dañinos. Precioso texto.

    Un beso muy fuerte.

    María

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  3. Así es el amor Andres, muy bien dibujado, como bien dices, siempre con su espada para que no nos despistemos, él es frágil y hay que mimarlo, sin descuido, para que así nos de hermosos frutos, como esa ternura de niño, es precioso.
    Gracias por deleitar con tus palabras.
    Un abrazo inmenso.

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  4. La dualidad es inherente al ser humano, casi diría que está en toda la naturaleza, naturalmente también en la humana que no cesa de buscar el otro lado de todo para bien o para mal...
    Así somos.
    Besos.

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  5. El odio no conduce a nada bueno...a lo largo de la historia ha sido motivo de sufrimiento y de enfrentamiento por medio de injustas guerras. De nosotros depende descartar esta opción.

    Me encanta este retrato que le has hecho a tu nieto. Ellos son el futuro y la gran esperanza nuestra.

    Besos

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  6. Como conocedores de la dualidad humana, saben bien que, en las masas, encuentran un terreno bien abonado para lograr sus fines.
    Y, como borregos, nos dejamos manipular.
    ¿Por qué razón la ambivalencia humana tiene que ser siempre extremista?
    TE AMO O TE ODIO ¿Es que entre estas dos facetas no puede haber un término medio?
    Yo me quedo con el cariño que siempre te envio en cada comentario.
    kasioles

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  7. Así es la naturaleza, así somos y así es nuestro comportamiento, llamamos para que vengan pero si vienen muchos nos arrepentimos. Ni si ni no ni todo lo contrario.
    Un abrazo

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  8. No sé, pero yo prefiero amar, el odio hace un daño del caraaaá...

    Besotes, mi filósofo

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  9. Todo hombre es libre en la religión y en el pensamiento
    siempre que no perjudique al prójimo, así es como yo lo entiendo.
    Siempre en el amor y un "no"rotundo a la guerra.

    Un abrazo muy grande

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  10. Es la manipulación que han intentado desde siempre.
    Yo creo que el ser humano es lo bastante inteligente para darse cuenta y opinar, lo malo es que en masa nos volvemos estúpidos.
    Abrazos André.

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  11. Mi querido Andre por desgracia nuestra naturaleza dual hace que veamos las cosas de manera extremista y lo que un dia es hermosa y sereno al siguiente nos parece feo y intranquilo, pero es verdad que los odios no nos conducen a nada sino a vivir en un mundo cruel y sin humanidad.
    Besos

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